Sra.
Presidenta (Abdala
de Matarazzo).- Tiene la palabra el señor diputado por La Pampa.
Sr.
Robledo.-
Señora presidenta: esta iniciativa del Poder Ejecutivo viene generando un
amplio debate. Sin embargo, creemos oportuno avanzar en la democratización del
funcionamiento del servicio de Justicia.
Nadie
debe sorprenderse si este gobierno sigue el camino de las transformaciones; y
no debe sorprenderse porque se trata de alta escuela peronista. En tal sentido,
vale la pena recordar que nuestra ideología tiene puesta la meta de una
democracia social orgánica y directa.
El
camino que nosotros seguimos, como decía el general Perón, es el de la reforma
gradual y del perfeccionamiento de los instrumentos de gobierno que permitan e
impulsen un constante progreso de los ciudadanos.
Hacemos
lo que hacemos no por simple capricho, como dicen algunos detractores, sino
porque creemos que debemos producir las reformas legales que permitan ejercer
el derecho de nuestro pueblo a una revolución legítima. Semejante objetivo no
se alcanza ni con un golpe de Estado ni con una victoria electoral ni con un
triunfo parcial.
Se
trata de producir los cambios estructurales necesarios que se practican para
ponerse de acuerdo con la evolución de la humanidad, que es la que rige todos
los cambios que habrán de realizarse, como decía nuestro líder.
El
movimiento justicialista es el único que se planteó gestar instituciones
sociales como basamento de la sociedad argentina, y nuestro gobierno viene
encadenando hechos políticos en esa dirección. El poder entonces se acumula con
el apoyo popular. No se conquista ni se toma, y para nuestra concepción la
posibilidad de ejercer el poder debe llegar hasta el último de los individuos.
Por lo tanto, debe repartirse; de lo contrario, si no es para todos, no es
poder en la concepción del peronismo.
Estamos
comprometidos con la ampliación e igualación de derechos. Necesitamos una
Justicia independiente de los poderes económicos y políticos corporativos, pero
también que sea socialmente justa. La integración del Consejo de la
Magistratura con representantes sometidos a la voluntad popular va a mejorar la
calidad de la representación de dicho organismo. No hay que temer a la voluntad
del pueblo ni tampoco que se establezcan límites para la resolución de
cuestiones de fondo, cuando se trata de medidas cautelares.
No
es bueno que un derecho permanezca hasta el infinito litigando con otro por el
solo hecho de que la Justicia dilata una definición por comodidad u otra razón.
Acompañamos
esta reforma porque representa un claro avance en la democratización de la
Justicia, mejora la representación del Consejo de la Magistratura,
limita el uso abusivo de las medidas cautelares y facilita el flujo de
información pública que se tramita dentro del sistema judicial.
Es
cierto que tal vez estas normas puedan perfeccionarse, pero de no estar hoy
discutiéndolas, nada habría cambiado. Los peronistas no llegamos al poder para
no cambiar la realidad. Tenemos la vocación de lograr una transformación
social, ejercemos el poder para ampliar derechos y hacerlos confluir en el más
importante de todos: la justicia social.
Si
alguien cree que vamos a rehuir nuestras responsabilidades, se equivoca.
Estamos aquí para ejercer la voluntad del pueblo y no la de las corporaciones.
Si la situación fuera a la inversa, esas corporaciones ya nos habrían expulsado
del gobierno, como hicieron con otros en el pasado.
Por
lo expuesto, adelanto mi voto positivo a los tres proyectos en
consideración. (Aplausos.)
No hay comentarios:
Publicar un comentario