jueves, 25 de abril de 2013

Alocución del Diputado Nacional Roberto Robledo en el debate de la democratización de la Justicia

Sra. Presidenta (Abdala de Matarazzo).- Tiene la palabra el señor diputado por La Pampa.

Sr. Robledo.- Señora presidenta: esta iniciativa del Poder Ejecutivo viene generando un amplio debate. Sin embargo, creemos oportuno avanzar en la democratización del funcionamiento del servicio de Justicia.
          Nadie debe sorprenderse si este gobierno sigue el camino de las transformaciones; y no debe sorprenderse porque se trata de alta escuela peronista. En tal sentido, vale la pena recordar que nuestra ideología tiene puesta la meta de una democracia social orgánica y directa.
          El camino que nosotros seguimos, como decía el general Perón, es el de la reforma gradual y del perfeccionamiento de los instrumentos de gobierno que permitan e impulsen un constante progreso de los ciudadanos.
          Hacemos lo que hacemos no por simple capricho, como dicen algunos detractores, sino porque creemos que debemos producir las reformas legales que permitan ejercer el derecho de nuestro pueblo a una revolución legítima. Semejante objetivo no se alcanza ni con un golpe de Estado ni con una victoria electoral ni con un triunfo parcial.
          Se trata de producir los cambios estructurales necesarios que se practican para ponerse de acuerdo con la evolución de la humanidad, que es la que rige todos los cambios que habrán de realizarse, como decía nuestro líder.
          El movimiento justicialista es el único que se planteó gestar instituciones sociales como basamento de la sociedad argentina, y nuestro gobierno viene encadenando hechos políticos en esa dirección. El poder entonces se acumula con el apoyo popular. No se conquista ni se toma, y para nuestra concepción la posibilidad de ejercer el poder debe llegar hasta el último de los individuos. Por lo tanto, debe repartirse; de lo contrario, si no es para todos, no es poder en la concepción del peronismo.
          Estamos comprometidos con la ampliación e igualación de derechos. Necesitamos una Justicia independiente de los poderes económicos y políticos corporativos, pero también que sea socialmente justa. La integración del Consejo de la Magistratura con representantes sometidos a la voluntad popular va a mejorar la calidad de la representación de dicho organismo. No hay que temer a la voluntad del pueblo ni tampoco que se establezcan límites para la resolución de cuestiones de fondo, cuando se trata de medidas cautelares.
          No es bueno que un derecho permanezca hasta el infinito litigando con otro por el solo hecho de que la Justicia dilata una definición por comodidad u otra razón.
          Acompañamos esta reforma porque representa un claro avance en la democratización de la Justicia,  mejora la representación del Consejo de la Magistratura, limita el uso abusivo de las medidas cautelares y facilita el flujo de información pública que se tramita dentro del sistema judicial.
          Es cierto que tal vez estas normas puedan perfeccionarse, pero de no estar hoy discutiéndolas, nada habría cambiado. Los peronistas no llegamos al poder para no cambiar la realidad. Tenemos la vocación de lograr una transformación social, ejercemos el poder para ampliar derechos y hacerlos confluir en el más importante de todos: la justicia social.
          Si alguien cree que vamos a rehuir nuestras responsabilidades, se equivoca. Estamos aquí para ejercer la voluntad del pueblo y no la de las corporaciones. Si la situación fuera a la inversa, esas corporaciones ya nos habrían expulsado del gobierno, como hicieron con otros en el pasado.
          Por lo expuesto, adelanto mi voto positivo a los tres proyectos en consideración. (Aplausos.)


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