miércoles, 17 de abril de 2013

DOCTRINA PERONISTA; SU ORIGINALIDAD Y ANTECEDENTES


Son numerosos los estudiosos e investigadores que señalan los rasgos originales de la Doctrina Peronista; entre otros el austriaco Peter Waldmann,reconocido luchador contra el nazismo. En su obra “El Peronismo, 1943-1955”,desvincula totalmente el pensamiento y doctrina de Juan Domingo Perón del nazismo, como de cualquier otro totalitarismo de derecha o izquierda.Puntualiza también este autor que más analogías existen entre la Doctrina Peronista y la Doctrina Social de la Iglesia, que con otras. En el mismo sentido opina el también austriaco filósofo y pensador católico Víctor Frank, en su excelente artículo “El Peronismo y las Encíclicas Sociales”. Es de recordar que ninguno de los dos adhirió formalmente al peronismo, y que incluso le hacen algunas críticas profundas. Por su parte el cientista social argentino José Enrique Miguens y su par estadounidense Frederick Turner sostienen la total originalidad doctrinaria del peronismo en su interesante obra “Racionalidad del Peronismo”. Es necesario puntualizar que aunque el Doctor Miguens se siente identificado con el Peronismo, es un riguroso investigador de prestigio internacional, y el doctor Turner colabora en importantes universidades de anglo américa.
Por otra parte, una lectura comprensiva de la Doctrina Peronista, nos lleva al entendimiento de que esta es original y para nada totalitaria.
La Doctrinano sostiene la intervención del Estado en todas las cuestiones sociales ycomunitarias. Por el contrario jerarquiza y propone la acción de lasformaciones sociales y comunitarias en el Estado, y esto no es Totalitarismo
Algunos Antecedentes
Sin embargo,dentro de una originalidad general, la Doctrina Peronista reconoce algunos antecedentes o rasgos comunes con pensamientos anteriores.
En lo social hay que señalar la vinculación con las Encíclicas Papales “Rerum Novarum”;emitida por el Papa León XIII en 1891, y “Cuadragésimi Anno”, publicada por Pio XI en 1931. La primera es una profunda crítica al liberalismo en general, tanto en lo político como en lo económico y en este terreno denuncia la explotación salvaje del hombre por el hombre y los terribles efectos que esta produce en el cuerpo social, destruyendo la trama comunitaria y llevando a los más humildes a la miseria. Escrita en un momento de auge del liberalismo,sorprende por la contundencia y veracidad de su caracterización del capitalismo liberal. Pero como en lo político añora los tiempos de los “príncipes cristianos”, es decir a los monarcas absolutos; valorando las formas tradicionales, la Encíclica como fuente movilización política es débil.Propone el arrepentimiento de los patrones explotadores y los financistas usureros, pero condena expresamente el sindicalismo reivindicativo, limitándose a delinear la creación de “círculos de obreros católicos”, con eje en el mutualismo y la vida sana y familiar; excelentes actividades, pero que por si solas, carecen de contundencia para lograr revertir la profundainjusticia social de la época. Es necesario reconocer que la Encíclica papal acierta en anunciar grandes calamidades si no se corrige el rumbo. Es así, que cuarenta años después aparece la segunda Encíclica en tiempos difíciles para el liberalismo. Han surgido los totalitarismos de la primera mitad del siglo XX en la Rusia Soviética, la Alemania Nazi y la Italia Fascista; con confesos proyectos de expansión, y malas y hasta pésimas relaciones con la Iglesia Católica.

Entonces la Santa Sede arremete de nuevo contra el Liberalismo por su materialismo egoísta; agregando que ha desencadenado, como reacción, los terribles Totalitarismos de derecha e izquierda, a los que condena. Pero la Encíclica de 1931, valiosa como pensamiento, no produce una doctrina práctica, ni unida desde concepción y acción. En ningún lugar articula la acción sindical o la organización de movimientos populares y nacionales.
Sin embargo,hasta el mismo General Perón reconoce la influencia de estas dos Encíclicas en el Pensamiento y Doctrina Peronistas. Pero el accionar de Perón demostró que los elementos que aportan los documentos papales, aunque valiosos, son teóricosy generales. La puesta en realidad, y la creación del cuerpo doctrinario y de poder para llevarlo a la realidad son originales del Peronismo y su creador: Juan Domingo Perón.


En cuanto ala Soberanía Política, ocurre algo similar. La originalidad de la Justicia Social se entrama con esta Bandera. Encontramos, también profundos y grandiosos antecedentes. Desde el pensamiento aristotélico tomista sobre la naturaleza política del ser humano, hasta las doctrinas suarecianas de la soberanía popular sembradas por los Jesuitas en América. Los pensadores políticos del Siglo XVIII y fundamentalmente el Ideario Sanmartiniano, tan presente en la profética frase de Perón sobre nuestro destino continental: “El año 2.000 nos verá unidos o dominados.” También ocupa un lugar en estos antecedentes las lecturas y reflexiones de Perón sobre la idea de Nación en Armas. Esta doctrina, de origen militar, propone poner a toda la población en“pie de guerra”, sean combatientes o no. Fue practicada por Napoleón en Franciay por San Martín en Cuyo. Desarrollada después por Von der Glöze en sus escritos en 1890. Perón menciona estos antecedentes en sus “Apuntes de Historia Militar” de 1932. Es evidente que el General da una nueva vuelta de tuerca a la idea de Nación en Armas; propone poner una concepción de origen militar al servicio de la vida política y económica, sin que esto signifi que una militarización de la comunidad. Estos antecedentes sirven de fundamento la Bandera de la Soberanía Política. Pero la característica fundamental radica en un rasgo original del Peronismo; su identidad como movimiento social, sindical y político y en la característica participativa,tan bien ilustrada en la frase “Un gobierno es democrático no solo cuando loelige el pueblo, si no cuando hace lo que el pueblo quiere.”


La Soberanía Política deja de ser un problema exclusivamente territorial y se conjuga este aspecto con los conceptos de Pueblo Soberano, Soberanía Cultural en independencia Económica.
En este aspecto, volvemos a encontrar una originalidad general, con algunos antecedentes. Lo original reside fundamentalmente en que el problema delas ganancias de los trabajadores no se soluciona mediante el sistema del“derrame”, tan apreciado por el liberalismo económico. Consiste en dejar que las estructuras capitalistas absorban las ganancias; cuando estén saturadas, se derramarán generosamente en los bolsillos de los trabajadores. Este “ideal”sistema funciona solo en la pícara fantasía de algunos formadores de opinión.
La realidad,y la tenemos a la vista, es que una minoría es cada vez más rica, y que los pobres son cada vez más; en número y en pobreza.
Pero tampoco elige el Peronismo el camino de la apropiación de los medios de producción mediante un movimiento violento y cruento; garantizado por un estado que no tendrá más remedio que ser totalitario. Tal camino demostró históricamente no conducir a un éxito perdurable y su costo es altísimo.

El Peronismo, usando como herramientas la economía planificada, las regulaciones sanas y constructivas y el concepto de considerar el desarrollo y el bienestar económico como Razón de Estado, ha logrado durante sus gobiernos la mayor parte del tan cacareado producto bruto interno, beneficie a los trabajadores, a los sectores productivos y a los gastos de salud, educación y servicios públicos.Sin dictaduras del proletariado ni dictaduras del mercado capitalista.

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